
Pasado y presente de la industria del juego en Estados Unidos. El juego ha sido un pasatiempo popular en Estados Unidos desde el desembarco de los primeros colonos británicos en el siglo XVII. En la época colonial, los juegos de azar no sólo se convirtieron en una forma de entretenimiento, sino también en una fuente de ingresos para financiar las Trece Colonias.
La mayoría de los gobernadores coloniales utilizaron la lotería para recaudar dinero para las obras públicas (escuelas secundarias, universidades, hospitales, carreteras y puentes, entre otros proyectos de construcción). De hecho, la prohibición general de todas las loterías por parte de la Corona Británica en 1769 fue uno de los diferentes problemas que alimentaron las crecientes tensiones entre las colonias americanas e Inglaterra antes de la Guerra de la Independencia de Estados Unidos (1775-1783).
Leyes restrictivas contra el juego
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Tras la Revolución Americana, el juego continuó prosperando en Estados Unidos durante el siglo XVIII, pero cambió con el paso del tiempo. Los juegos de azar fueron atacados por motivos morales y religiosos, especialmente debido a la fuerte influencia del cristianismo evangélico, lo que llevó a la aprobación de leyes restrictivas que prohibieron las modalidades, las carreras de caballos y los salones de juego.
A raíz de la prohibición, el juego se trasladó al valle bajo del río Mississippi, donde Nueva Orleans se convirtió en un auténtico hervidero de actividad de juego y los barcos fluviales acogieron a jugadores provenientes de todo el país. Sin embargo, el juego fluvial también desapareció con la llegada del ferrocarril y el estallido de la Guerra de Secesión (1861–1865).
El movimiento contra el juego se afianzó con fuerza durante el siglo XIX y XX, y pronto todos los juegos de azar pasaron a la clandestinidad. Pero la Gran Depresión, que comenzó con la caída de la Bolsa de Nueva York a finales de octubre de 1929, provocó la legalización del juego en Nevada como una forma de generar ingresos para el estado, que atravesaba una situación económica complicada.
En 1931, la aprobación de un proyecto de ley legalizó casi todos los tipos de juegos de azar de casinos en Nevada. En la década de 1950, la ciudad de Las Vegas comenzó a desarrollarse rápidamente y rápidamente se convirtió en la capital del juego en Estados Unidos. En 1977, Nueva Jersey legalizó el juego en Atlantic City, consolidándose como otro importante destino turístico para los jugadores.
El estado actual de la industria del juego en Estados Unidos
Hoy en día, el juego en Estados Unidos es legal a nivel federal, aunque existen restricciones significativas relacionadas con el juego interestatal y el juego online.
Cada estado tiene la libertad de regular o prohibir los juegos de azar dentro de sus fronteras. En cualquier caso, casi todos los estados permiten algún tipo de juego, y poco a poco están proponiendo nuevas leyes relacionadas con los juegos de azar en un intento por cambiar la legislación estancada que actualmente prohíbe muchas modalidades de juego en el país. La derogación de la prohibición federal de las apuestas deportivas por parte de la Corte Suprema de los Estados Unidos, máxima instancia judicial del país, en 2018 se considera uno de los momentos más importantes para la industria del juego estadounidense. Una decisión histórica que ha provocado la explosión de las apuestas deportivas en el país.
La industria del juego recaudó 53.000 millones en 2021
En 2021, la industria del juego en Estados Unidos registró la mayor recaudación de su historia, alcanzado los 53.000 millones de dólares en ingresos, según el Registro de Ingresos del Juego Comercial de la American Gaming Association (AGA). Una gran parte de esta industria son las apuestas deportivas, que son legales en 30 estados y Washington DC.
Esta modalidad de juego ha dado el salto al juego online en los últimos años, convirtiéndose en el método preferido de los apostadores deportivos, que tienen la posibilidad de apostar desde sus dispositivos móviles. De hecho, en los estados donde son populares, las apuestas online han superado rápidamente a las apuestas deportivas presenciales. Un mercado de apuestas deportivas legales que va camino de convertirse en el más grande del mundo.
Las apuestas deportivas están más presentes que nunca en Estados Unidos. No solo aparecen en las pantallas de televisión durante las retransmisiones deportivas, sino que los equipos y ligas profesionales han llegado a acuerdos con los operadores de juego. Cada semana se anuncian nuevas alianzas comerciales, y los equipos y las ligas exploran continuamente diferentes formas de adaptar las experiencias del deporte, tanto en persona como en televisión, a los apostadores. Las cuatro grandes ligas estadounidenses (NFL, MLB, NBA y NHL) tienen socios relacionados con las apuestas deportivas, ya que consideran que esta relación supone una ventaja comercial y una forma de conectarse con los aficionados, especialmente con los jóvenes.
El volumen de apuestas en la Super Bowl 2022
La National Football League (NFL) es la liga deportiva más popular en Estados Unidos. Según la encuesta Statista Global Consumer Survey, el 52% de los aficionados a los deportes siguen la mayor liga de fútbol americano profesional del país, en comparación con el 42% de la NBA y el 31% que siguen la MLB. La Super Bowl, la final de la liga de fútbol americano, es el mayor espectáculo del deporte americano y uno de los mayores acontecimientos deportivos del mundo. Sin ir más lejos, 112.3 millones de espectadores vieron la Super Bowl LVI, que se celebró el pasado 13 de febrero, según las cifras de la NBC Sports, cadena de televisión que retransmitió el partido.
Una investigación de la propia NFL señala que el 42% de sus seguidores son al menos apostadores ocasionales. Un interés que se ha visto reflejado en el volumen de apuestas en la Super Bowl 2022. La American Gaming Association pronosticó que 31,4 millones de estadounidenses apostarían 7.610 millones de dólares en el último partido del año de la liga de fútbol americano. Aunque algunos estados no han hecho públicas las cifras específicas, otros sí lo han hecho. Por ejemplo, Nevada ha informado que el partido estableció un récord histórico de 179,8 millones en apuestas, mientras que Nueva Jersey registró 144 millones de volumen de apuestas.